martes, 3 de marzo de 2015

Divisiones fundamentales de la Conciencia:

•Conciencia recta:  es la que actúa con la autenticidad de la persona. Para ello se precisa que la persona obre de una manera prudente y trate de actuar en conformidad con el bien. Dicho de otra forma juzga la acción en conformidad con los principios objetivos de la moralidad. Es decir el juicio sobre la bondad o maldad de los actos y coincide con la valoración que hacen de ellos las leyes morales. 


•Conciencia Viciosa: es la conciencia de la persona que no es sincera con ella misma. En este caso la conciencia actúa de una manera precipitada y a veces de un modo malicioso.



•Conciencia errónea: es la conciencia que no está de acuerdo con la verdad objetiva (tanto en sus principios como en sus conclusiones), juzga sin base ni prudencia, puede ser:

         Venciblemente errónea: cuando el error puede ser vencido o superado. 
         Invenciblemente errónea: cuando el error no puede ser descubierto o superado.



• Conciencia Cierta: Es la que juzga con firmeza y sin temor a errar sobre la moralidad de una acción. Hay obligación de actuar siempre con conciencia cierta luego de una ponderación suficiente.


• Conciencia Dudosa: Dictamina con temor a errar o ni siquiera se atreve a juzgar. Es importante evitar juicios realizados con conciencia dudosa. Conviene distinguir entre duda negativa: sustentada en motivos nimios y poco serios y, la duda positiva: se da al presentarse razones serias para dudar.    


• Conciencia Laxa: es la que se encarga de juzga que los actos malos no son pecados o que no tienen gravedad. Yo no hago nada malo, ni mato ni robo, no hago mal a nadie. Es una forma de conciencia venciblemente errónea.



• Conciencia Escrupulosa: Es la preocupación obsesiva por el valor moral de los propios actos y terquedad en el propio juicio a pesar de los consejos que busca y recibe.

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